Sistema inmunológico: ¿Qué es y cómo fortalecerlo?
El sistema inmunológico es un mecanismo de defensa tan complejo como potente. Su función primaria es defender el cuerpo de agentes patógenos, que son organismos que causan enfermedades, como los virus y las bacterias. El equipo que trabaja en conjunto para cumplir dicha función son los tejidos, las células y las proteínas que lo conforman.
El organismo, a través del sistema inmunológico, protege al cuerpo de gérmenes y microorganismos. Por eso es importante reforzarlo, sobre todo los adultos mayores, cuyo sistema inmune va envejeciendo, y las personas con patologías que favorecen su deterioro, como diabéticos o enfermos renales.
El sistema inmunitario es el mecanismo de defensa del cuerpo frente a las infecciones externas, como los virus de la gripe y de la Covid-19. Por eso, en el contexto actual de pandemia se ha despertado una mayor concienciación de cómo influyen ciertos hábitos en él.
Factores que afectan al sistema inmunológico
Hay aspectos del estilo de vida que pueden afectar la función protectora del sistema inmune, tales como como la falta de actividad física, el consumo de alcohol, ser fumador y tener una alimentación poco o nada saludable.
Durante ciertas épocas del año bajamos la guardia y modificamos nuestras rutinas: cambiamos los horarios de las comidas, horarios de sueño, etc. Este tipo de conductas ponen a prueba nuestros mecanismos defensivos, comprometiendo con ello nuestro estado de salud.
El medio ambiente supone un continuo desafío para nuestras defensas: la contaminación, los químicos tóxicos, bacterias, virus y hongos añaden estrés al sistema inmunológico. Por otra parte, también existen algunas enfermedades como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), el lupus, el cáncer o la diabetes que disminuyen la capacidad del sistema inmune de protegernos.
Muchos factores pueden alterar nuestras defensas. Algunos no dependen de nosotros, puesto que son factores internos (enfermedades autoinmunes, cambios estacionales, edad), pero existen otros factores externos sobre los cuales sí podemos actuar.
Enemigos del sistema inmunológico:
- Alimentación desequilibrada
- Humo del tabaco
- La cafeína
- La contaminación ambiental
- El estrés
- El sedentarismo
- El exceso de ejercicio físico
¿Cuándo debemos sospechar que nuestro sistema inmunológico está debilitado?
Hay síntomas que nos pueden dar pistas de que nuestro sistema inmune no se encuentra funcionando del todo bien, como:
- Cansancio mayor de lo habitual
- Heridas que tardan en cicatrizar
- Dolores musculares sin haber practicado ejercicio
- Fragilidad del cabello y uñas
Algunos síntomas que son más sencillos de notar rápidamente son:
- Infecciones y/o resfríos recurrentes
- Alergias
- Enfermedades simples, que duran más de lo normal o se agravan
- Fiebre frecuente
- Ojos secos
- Náuseas y vómitos
- Diarreas
También podemos realizar algunas pruebas en sangre para determinar nuestro estado de salud, las cuales deben ser recomendadas por un especialista.
¿Cómo activar y fortalecer nuestro sistema inmunológico?
Un aspecto básico para evitar distintas enfermedades es mantener un sistema de defensas en excelente estado, de esta forma mantenemos fuera del cuerpo a microorganismos como las bacterias, hongos y virus.
El primer paso para tener una buena salud, es llevar una rutina diaria equilibrada en la que la alimentación saludable y los hábitos de sueño sean una prioridad. Cuidar tu cuerpo te permite mantener tu sistema inmunológico fuerte. ¿Por qué es importante lograr esto? Porque la inmunidad es el mecanismo de defensa que nos mantiene sanos y nos protege frente a la acción de virus, bacterias y sustancias externas.
Por eso, te compartimos 3 consejos claves para lograr, con pequeños hábitos, un sistema inmunológico fuerte.
1. Seguir una dieta equilibrada
La alimentación es un factor muy importante para el sistema inmunológico. Existe una relación directa entre ambos, ya que si ésta es inadecuada o insuficiente se produce una caída de las defensas, y por el contrario, si es equilibrada y completa, ayuda a mantenerlas en forma o incluso las fortalece.
No olvidemos que hay que comer de todo: una dieta variada con una proporción adecuada de todos los nutrientes (grasas, hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales) nos garantiza un equilibrio interno que a la vez sirve como escudo protector.
Las dietas ricas en grasas reducen la respuesta inmunológica. No obstante, no es sólo una cuestión de cantidad, ya que la procedencia de las grasas que introducimos en nuestra dieta también es importante. Conviene incluir grasas monoinsaturadas, presentes en el pescado azul, frutos secos, aceite de oliva, girasol o soja. Consumir regularmente productos lácteos fermentados (yogur, kéfir) contribuye a aumentar las defensas.
2. Practicar regularmente ejercicio físico
En general, es preferible practicar algún tipo de ejercicio aeróbico, que permita mover muchas partes del cuerpo a la vez, como nadar o montar en bicicleta. La intensidad del ejercicio ha de ser moderada, esforzarse hasta perder el aliento nunca es recomendable.
Evita el sobreesfuerzo. Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, debes empezar a practicarlo con moderación, adaptándolo a tu condición física y edad. Progresivamente podrás ir aumentando la intensidad del ejercicio físico, pero siempre evitando cansarte demasiado.
3. Dormir bien y descansar
No debemos olvidar otros dos factores importantes: el descanso nocturno, respetando el tiempo del sueño (entre 6 y 8 horas), ya que algunas de las células de las defensas se producen durante el descanso; y el cuidado de nuestra piel, la barrera física que mantiene a raya las infecciones.
Según demostró una reciente investigación del Instituto Whitehead para la Investigación Biomédica de Cambridge en Estados Unidos, la fortaleza de tus defensas depende en un 75% de los hábitos de vida. Por eso, teniendo en cuenta estas recomendaciones podrás lograr mantener activa y fuerte la función protectora de tu sistema inmunológico.
Es fundamental que aquellas personas inmunosuprimidas no dejen de consultar a su médico tratante ya que su sistema inmunológico está más comprometido y es su médico quien les recomendará el tratamiento adecuado. Recuerda que Solmedix es una farmacia oncológica de alta especialidad. Contamos con amplia variedad de medicamentos oncológicos de patente además de opciones genéricas.
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