Fisiopatología del insomnio
En el cuerpo humano existen variaciones endógenas en una diversidad de funciones. Los ritmos biológicos que tienen un tiempo aproximado de 24 horas se llaman ritmos circadianos. Lo que quiere decir es que en ausencia de un factor exógeno, estos ritmos son similares cada 24 horas. El modelo para explicar el sueño en los seres humanos está regulado por dos procesos: homeostático y circadiano.
El homeostático es un proceso lineal a lo largo del día, que incrementa su poder con la duración del estado “despierto” y que tal vez sea mediado por acumulación de adenosina. Ayudando así a la posibilidad de dormir, al permanecer despierto por largos periodos.
El proceso circadiano, por su parte, es un ritmo biológico endógeno que toma mayor fuerza con la duración del día biológico, en contrario y balance al proceso homeostático, facilitando el despertar en el día. Este proceso ayuda a dormir continuamente durante la noche. Aunque puede ser contribuido por una serie de factores como la luz, la actividad física, el ejercicio y los horarios de alimentos.
De tal forma que en nuestra vida de hoy es frecuente el desarrollo de insomnio. El trastorno de insomnio crónico es una de las condiciones médicas más comunes y regularmente requiere tratamiento multidisciplinario. Estudios recientes sugieren que la pobre calidad de sueño se asocia con finales negativos, como mala calidad de vida.
Factores que contribuyen al insomnio
El significado de insomnio se refiere a la dificultad que persistente en dormir, mantener el sueño, o despertar antes del horario habitual. Se relaciona con deterioro en el funcionamiento durante el día, a pesar de tener la oportunidad de dormir lo suficiente. Cabe enfatizar que el término se engloba en síntomas durante las 24 horas, de tal manera que el paciente permanece despierto en la noche y tiene consecuencias durante el día.
Existe un modelo que se conoce como el de las 3 “P” y que describe que el insomnio se vuelve crónico como resultado de factores “predisponentes”, factores “precipitantes” y procesos que lo “perpetúan”. De tal manera que al analizar a un paciente con insomnio resulta mejor considerar los factores predisponentes. Esto incluye algún factor de estrés, consumo de sustancias o fármacos y obtener información detallada sobre el ronquido, movimientos anormales durante el sueño, pesadillas y anormalidades conductuales.
Diagnóstico
Se realizan algunas preguntas dirigidas que incluyen el tiempo de evolución del insomnio, el momento que empiezan los síntomas durante la noche, la descripción del insomnio (si es de conciliación, de mantenimiento, o ambos), obtener una descripción detallada de la rutina previa a acostarse e incluso los tratamientos previos utilizados y el resultado de los mismos.
De igual forma, es necesario realizar una exploración física neurológica detallada.
Si tiene problemas de insomnio realice una visita con su especialista.
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