Golpe de calor – ¿Qué es y como prevenirlo?
Constantemente escuchamos consejos para no sufrir un golpe de calor y sugerencias relativas a los efectos del calor sobre el cuerpo humano, pero ¿por qué es tan peligroso para nuestra salud?
El cuerpo humano mantiene para su correcto funcionamiento una temperatura corporal media cercana a los 36,8º C, que se puede ver modificada en función de la edad, el metabolismo, el estado nutricional y de hidratación, e incluso por la hora del día. (A las 6 de la mañana la temperatura está más baja; y, a las 18 horas, alcanza su valor más alto)
Una vez entrado el verano, el calor empieza a aumentar y los cuidados que debemos llevar a cabo son mucho mayores que durante otras etapas del año. Esto debido a las elevadas temperaturas ligadas a que estamos una mayor cantidad de tiempo fuera de casa pueden provocarnos una insolación.
El golpe de calor da lugar a que los mecanismos biológicos que tienen lugar en nuestro cuerpo no se lleven a cabo de un modo correcto.
Al no desarrollarse esas funciones de la manera más óptima, la temperatura corporal se eleva rápidamente a unos 40° C lo que genera una deshidratación debido a la pérdida de agua.
¿Como evitar un golpe de calor?
Para evitarlo deberemos tomar una serie de medidas como son:
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- Evitar las horas de mayor calor (en torno a las 12:00-17:00), ya sea para pasear como para realizar la práctica de cualquier deporte.
- Hidratarse de manera continua a lo largo de todo el día. Esto es importante en toda la población, pero hay que hacer especial hincapié en las personas mayores, ya que su porcentaje de agua es inferior al de una persona joven.
Esta hidratación tendremos que llevarla a cabo con agua preferiblemente (lo ideal sería llevar una botella de agua siempre con nosotros y beber aunque no tengamos sed). Eso si, siempre debemos evitar bebidas alcohólicas o con cafeína debido a su efecto diurético, lo que nos hará perder agua de nuestro cuerpo. La fruta, en general, también nos podrá proporcionar un aumento de la ingesta de agua de manera indirecta.
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- Protección con atuendos que eviten la exposición directa al sol como son: gafas de sol, sombreros, entre otros. Y por supuesto intentar andar por la sombra siempre que nos sea posible.
- Evitar la ingesta de comidas hipercalóricas y comidas calientes durante los días más calurosos.
Sabremos que estamos sufriendo un golpe de calor si tenemos algunos de los siguientes síntomas:
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- Sed intensa
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Náuseas
Esto correspondería a un golpe de calor que está empezando a desarrollarse, por lo que es importante detectar los síntomas. En caso de sufrir un golpe de calor más intenso y duradero que el descrito en el párrafo anterior, a la sintomatología descrita deberemos añadir otros síntomas como son:
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- Aceleración del pulso
- Calambres
- Convulsiones
- Desorientación
- Pérdida de la conciencia
Si te llegaras a encontrar con la situación de que alguien esté sufriendo un golpe de calor, lo mejor sería llevarlo a una sala de urgencias.
Si esto no fuera posible, habría que:
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- Llevarlo a un sitio lo más fresco posible
- Sentarlo de manera que se facilite la respiración
- Hacerle aire con un abanico
- Colocar una prenda con agua fría en la frente